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jueves, 8 de septiembre de 2011

La ANEF y su Petitorio para 2011

La ANEF, Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, en el escenario de mejorar la calidad de vida, una mejor distribución de los ingresos en Chile y, principalmente, por una necesidad vital, se encuentra solicitando al Gobierno un incremento de remuneraciones de 8,9 por ciento.


Veamos ésto primero:

Se pide 8,9 por ciento porque la inflación alcanzará un nivel de 4 por ciento, ésto solamente deja las cosas tal como están.
Se pide 8,9 por ciento porque el Producto Interno Bruto, la producción total del país, se incrementará en 4,9 por ciento.
Cuatro más cuatro coma nueve y ahí la suma nos arroja el 8,9%.
Por supuesto que la petición es justa en términos económicos.
Y respecto a pretender no considerar el crecimiento del Producto Interno Bruto, ¿por qué el incremento de la riqueza solamente beneficiaría a los dueños del capital y de la tierra? también debe corresponder a aquellos que como los empleados fiscales sólo son dueños de su fuerza de trabajo.
Un detractor afirma que la productividad del trabajo solamente aumentaría durante el año 2010 en 0,6 por ciento y pretende invalidar, con este dato demasiado macroeconómico y tecnócrata, la petición de la ANEF.
Ocurre, que nada ni nadie establece una relación justa y comprensible entre lo social y lo crudamente económico.
Por supuesto, que la elevación de sueldos de los empleados públicos sirve de referencia, para mejorar remuneraciones en toda la actividad productiva del país, y eso significa aumentar el costo de operación de las empresas.
Pero también es cierto que las utilidades de las empresas y en particular de los grandes grupos económicos, aquellos que operan el 60 por ciento de la producción nacional, se ven incrementadas en varias veces la variación del Indice de Precios al Consumidor, y que aquellos que deben opinar sobre la cuestión salarial, en particular diputados, senadores y técnicos de todos los niveles, perciben sueldos mensuales superiores a los 4 millones de pesos
Y, lo social está presente en esto que viene:
Ha trascendido que las peticiones de la ANEF no se refieren solamente al reajuste salarial, sino que abarcan también consideraciones de remuneraciones mínimas y contractuales.
Se solicitaría, por ejemplo, que la ley garantice como ingresos mínimos una escala de salarios que parta en $ 280.000 para los auxiliares, en $ 305.000 para los técnicos y en $ 630.000 para los profesionales.
Se solicita también un aguinaldo navideño parejo de $ 60.500, en comparación con una cifra máxima de $ 37.000 el año pasado. Otra petición sería un bono de vacaciones de $ 220.000.
Que levante la mano, aquel que consideré socialmente improcedente, para la realidad chilena, sueldos de 280000 pesos, (recordemos el salario ético del Obispo Goic); de 305 mil para los técnicos, que poseen estudios superiores…
(¡cuando pueden soñar con este sueldo enviar un hijo a la universidad cuyos aranceles mensuales mínimas superan los 100 mil pesos!).
Frente a lo anterior si lo peor que puede pasar a un hombre es estar desocupado, le sigue la situación de no alcanzar a cubrir sus necesidades mínimas con el sueldo que gana.
Al clamor de “sólo pido un trabajo” se une aquel “sólo pido un salario digno”.
Fuera la pelota rueda y es de desear que la noticia no saque del primer plano la necesidad y justicia que corresponde a la ANEF.

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